Mi cuerpo siente pasusadamente el paso del tiempo, se queja y llama mi atencion sin el recuerdo de antes haberlo hecho.
El alma sabe que se de historias y acontecimientos.
La memoria selecciona eventos gratos pero no olvida que los sabores amargos recorren mi piel.
Mi piel me sostiene, me protege, me abriga, cambia.
Cada dia sumo mas vocabulario, anecdotas, saberes que la vida te va dejando.
Cada minuto se conforma de lograr que los impulsos antes desatados desenfadadamente,
se reemplacen por pulsiones de paz de vida.
Adquiris un adaptado pulso por llegar al equilibrio de contar hasta diez, de respirar antes de enojarte, de responder mesuradamente bien.
La tension en los conflictos puja mas seguido por darle voz y hacer gritar a los musculos,
ellos gritan por mi, y se disfrazan de verdugos cuando los dolores aparecen.
Entonces mis habitos cambian, todo lo que antes me sacudia elabora una necesaria emocion que representa mi estilo.
Mi sencibilidad aumenta, mis miedos son mejor dominados por la mente.
La sangre sigue efervescente pero la calma adquirida la recorre soltando su manto de nuevas emociones.
Aun no tengo arrugas y mi rebeldia ante la vida no se duerme, mis sueños no mueren,
mis arrebatos son otros y aun lo que me pega duele.
Construir es la clave, aprender y adaptarse el camino,
dicen que soy sabia, tal vez porque encontre el dominio y las riendas de mi destino.
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